Una vez que invertimos en parcelas, todos soñamos con construir una propiedad que se adapte a nuestros intereses, gustos y que por supuesto, pueda perdurar en el tiempo con las mejores condiciones. Para que esto pueda cumplirse, y tu propiedad pueda mantener y aumentar su plusvalía, hay que tener en consideración el tipo de terreno en el que estás construyendo, sus ventajas y cualidades específicas. Ten en cuenta los siguientes detalles antes de empezar a construir.
Los terrenos planos son superficies que no presentan ningún tipo de desnivel. Se consideran uno de los más aptos para la construcción ya que no representan mayor dificultad para la elaboración de un proyecto.
Las parcelas en lomajes son aquellas que cuentan con algunas irregularidades en su superficie, tienen lomas que pueden ser suaves o pronunciadas. A pesar de que pueda existir una mayor complejidad para construir que en terrenos planos, muchas veces suelen ser más económicos, lo que puede presentar una gran oportunidad de inversión.
Como dice su nombre, son parcelas que se ubican cerca de los ríos. Al contar con acceso a agua, su plusvalía es mayor que una propiedad de terreno seco, ofreciendo una mayor oportunidad de inversión debido a su mayor demanda. Además, en caso que el agua no sea potable, puede utilizarse para uso cotidiano, como para regar jardines, llenar piscinas y el funcionamiento interno del hogar.
Tomando en cuenta todos estos consejos ya podrás elegir tu parcela con mayor claridad. Recuerda que puedes contactarte con nuestros ejecutivos de DMG Propiedades para asesorarte en todo el proceso de compra.
La Unión
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